Las dimensiones de los fenómenos
meteorológicos son muy variables y van desde los pequeños torbellinos hasta los
fenómenos a escala hemisférica o del globo, pasando por las tormentas y por las
depresiones.
La micrometeorología se
ocupa de los procesos meteorológicos de pequeña escala; el prefijo
"micro", tomado del griego, significa "pequeño"; por lo
tanto, la Micrometeorología se interesa principalmente por fenómenos tales como
la turbulencia o la evaporación, que se producen en las capas vecinos al suelo.
Otros fenómenos tales como
la brisa de mar o las tormentas son objeto de lo Mesometeorologia. El prefijo
"meso" viene también del griego "mesos" que significa
"media". La Mesometeorología se interesa principalmente por los
procesos de dimensiones medias a los que algunas veces se les define como los
aspectos a escala media ("mesoescala") de la circulación general.
Se dice que pertenecen o
la escala sinóptica, las depresiones y los anticiclones que aparecen en los
mapas sinópticos del tiempo. La meteorología sinóptica estudia este tipo de
sistemas.
Finalmente, en los mapas
hemisféricos pueden observarse fenómenos de mayor extensión. Las grandes ondas
y la configuración de la circulación general son fenómenos de escala muy grande
y su estudio lo efectúa la macrometeorología, nombre formado por el prefijo
"macro", del griego "macros" que significa
"grande".
Apartir de este post, estudiaremos algunos de los fenómenos de escala media (Mesoescala) que producen
rigurosas condiciones meteorológicas. Debido a que corrientemente no pueden
detectarse en los mapas sinópticos, a menudo se les califica de locales, sin
que esto signifique que sus efectos sean despreciables. De hecho, uno de los
fenómenos más violentos es el tornado; no obstante, sus efectos están limitados
a una superficie relativamente reducida.
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