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viernes, 13 de abril de 2012

Cuando EE.UU. desafió a los huracanes


Hace 60 años, Estados Unidos miraba hacia arriba.
No sólo quería conquistar el espacio, poniendo a un hombre en la Luna, sino también fenómenos que ocurrían un poco más abajo.
En 1962, lanzó un ambicioso proyecto llamado Stormfury, que intentaba modificar los efectos de los huracanes con medios científicos.
El sueño era poder dominar el clima.

Betsy, errática y poderosa

A finales del verano de 1965, un poderoso huracán llamado Betsy se formó en las cálidas aguas del Caribe.
Con vientos de más de 250 kilómetros por hora, su errático viaje por el mar lo llevaba en dirección a las islas Bahamas y la costa de Florida.
Pero esta vez, según los científicos,existía la posibilidad de controlar el impacto.
Una flota de aviones estaba esperando a Betsy, lista para sembrarla con yoduro de plata, con la esperanza de calmar la furia en el corazón de la tormenta.
A bordo de uno de esos aviones estaba un joven científico llamado Joe Golden, quien -seis décadas más tarde, en conversación con la BBC- recuerda la ansiedad de la espera por la orden de los administradores de NOAA, la administración nacional oceánica y atmosférica, para llevar a cabo la misión.
"Yo me había metido con mi avión en muchas tormentas, pero esa era increíble. Estábamos tan cerca de sembrar esa tormenta, tan listos".
"Era la tormenta perfecta. Las paredes eran sólidas, más de 12 kilómetros de altura nos rodeaban y el sol brillaba. Betsy fue la agonía y el éxtasis. No la pudimos tocar. No nos permitieron sembrarla".
Sembrar huracanes era considerado muy peligroso. La preocupación era que quizás no funcionaría o, peor, que si era efectivo, podría dirigir al huracán hacia áreas densamente pobladas.
Pero en los años '60, la fe en la ciencia era generalizada y a Stormfury se le asignaron recursos para poner a prueba la teoría de que las tormentas tropicales podían ser modificadas.
Se compraron los aviones y se reclutaron jóvenes científicos como Golden, para quien ese era el mejor trabajo del mundo.
"Eramos cinco científicos recién graduados que compartíamos un apartamento en Miami y trabajar en el proyecto Stormfury era lo que todos queríamos hacer... muy excitante".
Los vuelos a los huracanes eran una gran oportunidad científica para recolectar información en cantidades inauditas... además de ser, a los ojos de los jóvenes a cargo, tremendamente divertido.
"Si uno nunca lo ha hecho, la experiencia de volar adentro de un huracán puede ser aterradora. Cuando uno entra, el viento es muy fuerte, la lluvia cae horizontalmente, la visibilidad se reduce: el día se torna en noche. Hay mucha turbulencia, algunos rayos. Pero cuando uno atraviesa la pared del ojo de la tormenta, es sorprendente: suave, si es de día uno puede a menudo ver el sol... es como volar en un enorme anfiteatro. Es verdaderamente asombroso".
La información inicial indicó que Stormfury podría estar funcionando. Parecía que había una reducción en la velocidad del viento en los huracanes que habían sido sembrados.

domingo, 25 de diciembre de 2011

El "General Invierno"


Para los franceses en 1812, también para los alemanes en 1941, e incluso para muchos otros, Napoleón y Hitler fueron vencidos por el "General Invierno" un mito que de tanto repetirlo se ha convertido en una verdad, pero a medias solamente, porque esas potencias occidentales "invencibles" fueron humilladas por "inferiores" soldados rusos que supieron, cómo pelear esas guerras.

Napoleón en 1812

Las fuerzas principales de Napoleón comprendían no menos de 378 mil hombres que quedaron disminuidas a la mitad durante las primeras ocho semanas de invasión, antes que ocurriera la primera batalla de importancia. La reducción de fuerzas se debió especialmente por la necesidad de proteger los centros de suministros con tropas que iban quedando a retaguardia, también por enfermedades, por deserciones y por varios miles de bajas causadas por escaramuzas y enfrentamientos poco importantes. En Borodino, Napoleón pudo disponer de 135 mil hombres y perdió 30 mil en lo que se considera una clásica victoria pírrica después de adentrarse unos mil kilómetros en hostil territorio enemigo. La secuela fue, la ocupación del desguarnecido Moscú y el posterior abandono casi inmediato de la capital rusa, concluyendo en una retirada humillante. Pero Napoleón fue un genio militar que había previsto lo que acontecería, por esa razón evitó utilizar a la Guardia en Borodino, fuerzas con las que podía haber cambiado el curso de la batalla y haber salvado miles de vidas, porque el corzo sabía, que necesitaba a esas tropas intactas para proteger la retirada. En cuanto al clima, el 19 de octubre de 1812 comenzaron las heladas y 5 de noviembre cayeron las primeras nevadas.

Hitler en 1941

En 1941, el plan de Hitler también se desmoronó antes de que el invierno llegara. Estaba Hitler tan convencido de la victoria, antes de comenzar la operación, que no tomó las precauciones para una extensa campaña en invierno. Sus ejércitos sufrieron más de 374 mil bajas -cerca de 23% de su fuerza de 3.200.000 hombres- durante los cinco primeros meses de invasión. Hitler no escuchó a sus generales antes de la operación, oficiales que lucharon en ese frente durante la Primera Guerra Mundial, ni escuchó las recomendaciones que le daban en plena campaña, antes de que el invierno llegara. El 27 de noviembre de 1941, el General Edouard Wagner le infamaba que "Estamos al borde de consumir todos nuestros recursos, tanto de personal como material y estamos a punto de enfrentarnos a los peligros del invierno." Los alemanes no tenían fuerzas suficientes y esto se confirma leyendo las propias Instrucciones del Führer, quien mediante órdenes directas cortantemente movía brigadas y divisiones, de un lado a otro del frente, tapando los huecos y reforzando aquí y allá, debido a la escasez de hombres y material en los tres Grupos de Ejércitos.

Los planes de Napoleón y Hitler, fracasaron antes de la llegada del invierno, pero hay que reconocer, que los estragos causados por el hielo y la nieve contribuyeron a agravar los problemas y a aumentar las bajas.

El medioambiente en la estepa rusa

El medio ambiente en esas latitudes subárticas son un factor importantísimo a tener en cuenta en operaciones militares como las emprendidas por Napoleón y Hitler: frío extremo; mantos de nieve muy profundos; días muy cortos; en ciertas zonas, densos bosques de coníferas; escasa densidad de población (pocas posibilidades de encontrar cobijo en edificaciones existentes); pocos y malos caminos.


Similitudes entre 1941 y 1918

Muchos de los problemas en el combate que la Wehrmacht encaró en el Frente del Este durante el invierno de 1941-1942, reflejan las mismas experiencias encontradas durante la Campaña de Arkhangelsk, durante la Primera Guerra Mundial entre 1918 y 1919. Los alemanes pagaron un precio muy alto por haber ignorado las enseñanzas obtenidas en esa y otras operaciones en las regiones subárticas, tanto en 1918-1919 como en 1812.

Exceso de confianza

El General Dr. Waldemar Erfurth precisó en sus memorias, que antes de 1941 el Estado Mayor General nunca se interesó en la historia de las guerras en el norte y este de Europa. No se estudiaron las guerras de los rusos contra los suecos, fineses y polacos a pesar de haber sido publicadas en alemán. La vieja generación, se había conformado con estudiar a los países fronterizos con Alemania y por tanto, las regiones más alejadas eran desconocidas para el soldado alemán.

Efectos de la nieve

La altura de la nieve en el área de Moscú-Leningrado según el General Emerenko fue de 70 cm a 1,5 metros. Tal cantidad de nieve dificultó la marcha de las tropas alemanas, pero también lo hizo con las tropas rusas. Al menos en Demyansk, la nieve impidió que las tropas alemanas cercadas fueran aniquiladas por los rusos quienes se vieron impedidos de poder continuar el ataque.

La terquedad de Hitler

El exceso de confianza de Hitler le hacía pensar, que en otoño finalizaría la campaña en Rusia y que podría retirar dos tercios de las divisiones manteniendo el resto como fuerzas de ocupación en Rusia. La ropa de invierno, en número suficiente para satisfacer las necesidades de sólo un tercio de las fuerzas, llegó demasiado tarde debido a las enormes dificultades que la Wehrmacht experimentaba con el transporte. El 30 de noviembre, von Bock le informaba al Mariscal de Campo von Brauchitsch, que los abrigos de invierno para las tropas no habían llegado y que la temperatura era de -45°C.

Tres semanas después el General Guderian le informaba a Hitler que la ropa de invierno no había llegado a sus unidades y que había perdido más del doble de sus hombres debido al congelamiento, que debido a las acciones del enemigo. Esa conversación obligó al Partido Nacionalsocialista a iniciar una recolección de abrigos, en especial mantas y esquíes en las ciudades alemanas. Mientras tanto, las tropas en el Frente del Este se veían forzadas a quitarle la ropa a los cadáveres enemigos y a improvisar botas y otras medidas de emergencia.

Las bajas por congelamiento

Al finalizar el año, la Wehrmacht sufrió 100 mil casos de congelamiento, más de 14 mil con necesidad de amputación y al finalizar ese invierno las bajas alemanas sumaban 250 mil, con más del 90% por casos de congelamiento de segundo y tercer grado. A eso se sumaron miles de casos de neumonía, gripe y pie de trinchera.

lunes, 4 de julio de 2011

Análisis Meteorológico: Invasion Mongol a los Japoneses

Tras subyugar a Corea y conquistar gran parte de China el Gran Khan mongol puso sus ojos en Japón, ciertamente la joya de Oriente y las islas que nunca nadie pudo doblegar. Él se propuso a ser el primero en conseguirlo. Para su infortunio, tanto la naturaleza como el duro espíritu japonés se pusieron en su contra.

La primer invasión tuvo lugar en el año 1274, y para la misma se emplearon más de 300 navíos de gran porte y alrededor de 450 barcos y botes de soporte con suministros. Primeramente las fuerzas mongoles invaden las islas lindantes de Tsushima e Iki mostrando gran crueldad, incluso textos mongoles mismos afirman que se mutilaban las manos de mujeres japonesas para clavarlas en los cascos de los barcos y así golpear emocionalmente a los soldados japoneses. Luego de estas breves incursiones comienza el grueso de la invasión al intentar desembarcar en la bahía de Hakata. A éstas alturas los japoneses tenían todas las de perder, tras cinco décadas de paz interna sus generales contaban con muy poca experiencia real en la guerra a gran escala, mientras que los mongoles al mismo tiempo, y debido a su expansión territorial, iban con experiencia, técnicas y tecnologías ganadas en sus numerosas batallas contra europeos y árabes -hacía poco más de 20 años atrás que lograban reducir Bagdad a cenizas, evento del cual ya hablaremos-. No obstante, una gigantesca tormenta destruye una gran porción de la armada mongol dándole a los japoneses la oportunidad de utilizar botes pequeños y abordar con sus guerrerossamurai el resto las naves enemigas para entablarse rápidamente en combate cuerpo a cuerpo y quitarle así a los invasores su mayor ventaja, el combate a distancia utilizando jinetes arqueros. Más de veinte mil guerreros mongoles, chinos y coreanos -los mongoles solían llevar consigo guerreros de sus estados vasallos- fueron eliminados.

La segunda invasión tuvo lugar, para evitar los problemas de la primera, durante la época primaveral del año 1281. La misma tomó dimensiones épicas y se dividió en dos fuerzas: la más grande compuesta por más de 3.500 naves y más de 100 mil guerreros partiendo desde el sur de China y la segunda compuesta por más de 900 naves y 40 mil guerreros partiendo desde Masan. Inicialmente una serie de problemas llevaron a que la segunda flota se retrase mientas que parte de la armada coreana fue aniquilada cerca de Tsushima. Estos fueron solo contratiempos y no les impediría continuar con su invasión a toda marcha. No obstante, los japoneses lograron efectivamente predecir los planes de invasión mongoles, y para el verano de ese mismo año el combinado de las flotas mongoles, chinas y coreanas, tras destruir Iki-shima, desembarcan en Kyushu, isla en la cual se encontraban esperándolos los más aguerridos y experimentados guerreros samurai de Japón. El resultado fue toda una carnicería, en un evento hoy conocido como la Batalla de Koan más de 25 mil invasores fueron brutalmente masacrados por las espadas japonesas forzándolos a retornar a sus navíos. Trampa mortal, ya que un tifón, al que los japoneses hoy recuerdan con el nombre de kamikaze -viento divino- arremetió contra la flota del Khan hundiendo la mayoría de las naves. Otros problemas en Asia y la dura lección dada por los japoneses harían que el Gran Khan abandone sus intentos de una tercera y aun más grande invasión.

sábado, 25 de junio de 2011

Análisis Meteorológico: Operación Barbarroja (parte 2)


En 1941, el invierno llegó a Rusia antes de lo esperado. Al comienzo, eso no fue adverso para las tropas alemanas sino beneficioso porque acortó la época de la "Rasputitza", el período de fuertes chaparrones que dos veces al año convierte los caminos del norte y centro de Rusia en lodazales. Normalmente la nieve comienza a mediados de noviembre en el centro de Rusia y el frío intenso la segunda quincena de diciembre. Pero en 1941, la temperatura bajó a niveles bajo cero en noviembre congelando los caminos, lo que favoreció la marcha de camiones, Panzers y vehículos blindados.

Hay controversias sobre las condiciones climáticas en Rusia en el invierno de 1941-1942. El General von Bock, comandante del grupo de Ejércitos Centro, dice en su diario que el 5 de noviembre de 1941 la temperatura bajó a -29°C y Albert Seaton dice que el 24 de noviembre estaba en -30°C. Por su parte el General Zhukov dice que en noviembre las temperaturas en Moscú se mantuvieron estables entre -7° y -10°C. Otros informes del servicio de meteorología ruso dicen que en noviembre de 1941 las temperaturas en el área de Moscú fueron de -17.3°C. Otros informes indican temperaturas de -40° y al menos uno de -53°C.

Hay que tener en cuenta que los valores absolutos de temperatura son irrelevantes porque un soldado vestido inadecuadamente de hecho puede sufrir de congelamiento a temperaturas apenas inferiores a -10°C.

La altura de la nieve en el área de Moscú-Leningrado según el General Emerenko fue de 70 cm a 1,5 metros. Tal cantidad de nieve dificultó la marcha de las tropas alemanas, pero también lo hizo con las tropas rusas. Al menos en Demyansk, la nieve impidió que las tropas alemanas cercadas fueran aniquiladas por los rusos quienes se vieron impedidos de poder continuar el ataque.

El exceso de confianza de Hitler le hacía pensar, que en otoño finalizaría la campaña en Rusia y que podría retirar dos tercios de las divisiones manteniendo el resto como fuerzas de ocupación en Rusia. La ropa de invierno, en número suficiente para satisfacer las necesidades de sólo un tercio de las fuerzas, llegó demasiado tarde debido a las enormes dificultades que la Wehrmacht experimentaba con el transporte. El 30 de noviembre, von Bock le informaba al Mariscal de Campo von Brauchitsch, que los abrigos de invierno para las tropas no habían llegado y que la temperatura era de -45º C.

Al finalizar el año, la Wehrmacht sufrió 100 mil casos de congelamiento, más de 14 mil con necesidad de amputación y al finalizar ese invierno las bajas alemanas sumaban 250 mil, con más del 90% por casos de congelamiento de segundo y tercer grado. A eso se sumaron miles de casos de neumonía, gripe y pie de trinchera.

El impacto de esas cifras fue enorme, aunque los soviéticos habían perdido 1 millón de hombres, entre muertos, heridos y capturados para diciembre de 1941, todavía eran capaces de obtener reemplazos de su enorme población asiática. Por el contrario, las bajas alemanas, al 26 de noviembre, fue de 375 mil muertos, perdidos en acción e incapacitados y eran irreemplazables. En abril de 1942, las pérdidas alemanas fueron de 625 mil hombres.

Análisis Meteorológico: Operación Barbarroja (parte 1)


El domingo 22 de junio de 1941, a las 3:15 de la madrugada en un gigantesco frente de 1.600 km entre el mar Báltico y el mar Negro, los alemanes pusieron en marcha a más de 4 millones de hombres: 3,5 millones de alemanes y 1 millón de aliados aglutinados en 225 divisiones, junto a 4.400 tanques y 4.000 aviones, convirtiéndola en la operación terrestre más grande de la historia. En un principio el ejército soviético se derrumbó. Las fuerzas acorazadas alemanas se movieron rápido y lejos, aislando y capturando grandes cantidades de soldados enemigos y de su equipo. La Lufftwaffe se ocupó de destruir la mayoría de los anticuados aviones de las fuerzas aéreas soviéticas antes de que pudieran despegar. En un mes Bielorrusia y el Báltico estaban en manos alemanas aunque en el sur hubo que esperar a agosto para alcanzar el río Dniéper, ordenando Hitler que parte del grupo centro se dirigiera al sur para cerrar una tenaza en torno a Kiev, lo que provocó la mayor captura de soldados enemigos de la historia (más de 800.000), pero hizo retrasar el asalto a la capital soviética, aunque también ayudó a asegurar el flanco meridional del grupo de ejército centro.

Desde el primer día de la invasión, las tropas alemanas habían recibido en muchos pueblos soviéticos (especialmente en el Báltico , Bielorrusia y Ucrania8 ) la bienvenida de multitudes entusiastas que los contemplaban como libertadores de la opresión otrora del zarismo y entonces del bolchevismo,8 pero Hitler despreció este apoyo, por considerarlo innecesario; en cuanto a los rusos, los consideraba subhumanos y, más tarde, mediante unidades especiales de las SS de Himmler, los trató con una dureza singular; al hacerlo, se enemistó con la gente común. Stalin, por su parte, abandonó astutamente su imagen intimidatoria que se había forjado durante la Gran Purga y apeló directamente a los civiles soviéticos llamándolos "hermanos y hermanas", en sus discursos radiados, para mantenerlos unidos. Asqueados por la brutalidad alemana e inspirados por la propaganda que invocaba al nacionalismo soviético en oposición a la amenaza germana (y ya no a la simple adhesión ideológica al régimen), los civiles de la URSS se unieron a Stalin. Tanto alemanes como rusos trataban brutalmente a sus prisioneros, dejándolos morir de hambre (hasta se registraban casos de canibalismo), o directamente fusilándolos.

En Octubre, los alemanes se dirigieron a Moscú, el invierno estaba en curso, el atraso inicial de la Operación de 4 semanas resultó ser crucial para la paralización del avance, el fango de las primeras lluvias otoñales hicieron que las operaciones casi se paralizasen, aunque lograron una última victoria en Viazma, comparable a la deKiev. Con los soldados alemanes logrando victoria tras victoria, los periódicos alemanes aseguraban que era una guerra prácticamente ganada. Las pérdidas rusas habían sido inmensas pero Stalin apeló al patriotismo mediante el recuerdo de la invasión napoleónica de 1812, trazando un paralelo entre ambos episodios, y olvidando momentáneamente toda ideología llamó a su pueblo a la defensa de la patria llamando al conflicto Gran Guerra Patria.

El grupo de ejércitos del norte llegó a las cercanías de Leningrado antes de agosto de 1941. Allí la resistencia soviética lo paró. En opinión de Hitler, conquistar Leningrado sería una operación demasiado costosa, por lo que decidió asediarla y rendirla por hambre estableciendo el Sitio de Leningrado, en el que más de dos millones de personas murieron por el hambre, el frío, el estado de ley marcial y los bombardeos. La ciudad resistió hasta que en enero de 1944 los alemanes fueron rechazados.

El momento crucial de la operación Barbarroja, sin embargo, fue cuando las tropas alemanas del grupo de ejércitos centro (Heinz Guderian) avanzó hasta 25 kilómetros de Moscú en diciembre de 1941. Sin embargo el intenso frío (-50 °C) y la llegada de divisiones de Siberia hizo retroceder a los alemanes 200 kilómetros hacia el oeste en la llamada batalla de Moscú. No hubo modo de volver a tomar dichas posiciones. Hitler destituyó a Guderian

Al no considerar la ciencia de la Meteorologia:

El "general invierno" de 1941-1942, con temperaturas históricamente extremas que limitaron la capacidad militar y moral del combatiente alemán. A ello se agrega que Hitler no esperaba un conflicto de larga duración contra los soviéticos y que la Wehrmacht no tenía forma, como se menciona anteriormente, de suministrar municiones, combustible y aditamentos para el invierno, decidiéndose por el armamento debido a la necesidad de mantener constantes los avances. Nótese que las anteriores campañas victoriosas de la Wehrmacht se habían desarrollado siempre en primavera o en otoño del Hemisferio Norte, pero jamás en invierno hasta 1941. ElEjército Rojo también padeció seriamente por la crudeza del invierno, pero su logística sí había previsto esta posibilidad.

El invierno ruso dura 5 meses, de noviembre a finales de marzo, y dificulta de gran manera el transporte debido a las gélidas temperaturas que se llegan a alcanzar. Dependiendo de la zona del país, se pueden llegar incluso a temperaturas de -60ºC, aunque en la capital, Moscú, las temperaturas mínimas alcanzadas son menos extremas: -30º.

miércoles, 22 de junio de 2011

Analisis Meteorológico: Batalla de Trafalgar en las Guerras Napoleónicas (parte2)


Batalla de Trafalgar.

Al amanecer, la flota combinada hispano-francesa y la escuadra británica navegan cerca del cabo Trafalgar, al sureste de Cádiz. Villaneuve había ordenado la noche del día anterior formar una Línea de Batalla con rumbo sur, pero por la mañana algunos buques españoles aún trataban de aproximarse entre sí.

Después de observar como la flota española intenta formar su Línea de Batalla, Nelson traza un plan de ataque que expone a sus capitanes, ordenando desplegar a los navíos ingleses en dos líneas, para partir en tres a la formación de Villaneuve. Una de estas columnas estaría al mando de él mismo y la otra al mando del almirante Collingwood.

A las 05:45 horas, Nelson ordena a su oficial de señales que comunique al resto de la flota que se divida en dos Líneas de Batalla. Poco después iza otras banderas con el mensaje: "Inglaterra espera que cada hombre cumpla con su deber", para arengar a los marinos de su escuadra, y luego transmitirá su última orden táctica: "Atacar al enemigo de cerca".

Al divisar la flota británica, Villeneuve ordena girar de bordo para tornar a Cádiz, lo cual es advertido por los veteranos marinos españoles, como Gravina y Churruca, como un grave error, pues fragmenta la línea, dispersando los buques y aumentando la distancia entre ellos favoreciendo estupendamente la ejecución de la táctica que Nelson ha planeado.

Los combates comienzan hacia las 11:45 horas y terminan hacia las 17:30 horas. Las tácticas de los contendientes son diferentes: mientras los británicos apuntan su artillería al casco para causar bajas y destrozos, los franceses y españoles disparan hacia el velamen para reducir la capacidad de maniobra; la inglesa se revelará más eficaz.

Los ingleses rompen la ya deshecha formación franco-española. Rodean y acosan a 12 de sus barcos en el centro, mientras los 10 buques de vanguardia al mando de Dumanoir se alejan, intentando girar contra el viento para unirse a la lucha; los 11 navíos de retaguardia, mucho más aislados, son despedazados o abordados uno a uno por los buques ingleses.

La armada española pierde 2 navíos por hundimiento, el "San Agustín" y el "Argonauta" y otros 8 por captura, entre ellos el "Santísima Trinidad", "San Juan Nepomuceno", "San Ildefonso" y "Bahama", resultando en total muertos unos 1.025 marineros, entre ellos los almirantes Churruca y Alcalá Galiano, otros 1.300 hombres resultan heridos; la mitad de las bajas tienen lugar en el "Santísima Trinidad", "San Juan Nepomuceno" y "Santa Ana".

Los navíos hispanos "Santísima Trinidad", "Rayo" "Neptuno", "San Francisco de Asís" y "Monarca, se hundirán al día siguiente en un temporal mientras trataban de escapar de los británicos o eran arrastrados por ellos tras capturarlos; naufragios causados por los daños sufridos durante la contienda.

La armada francesa pierde 4 navíos por hundimiento y 9 por captura; entre ellos el buque insignia "Bucentaure", donde es apresado el almirante Villaneuve; más tarde se suicidará. Resultan muertos 2.200 marinos franceses y otros 1.150 caen heridos; en realidad las cifras de muertes se incrementarán los días siguientes a la batalla.

Las bajas francesas y españolas suman unos 13.675 hombres, 3.225 de ellos son muertos, 2.450 heridos y otros 8.000 caen prisioneros, y 23 barcos, siendo 6 de ellos hundidos y 17 apresados. Napoleón ocultará esta derrota a los ciudadanos franceses durante meses.

Los ingleses perdieron durante la batalla 449 marineros muertos, entre ellos el propio Nelson, abatido por un disparo de fusil del buque francés "Redoutable" cuando se hallaba en la cubierta del "Victory", en el centro de los combates. Además los británicos tienen unos 1.240 heridos, pero no perdieron ni un sólo buque.

La batalla de Trafalgar es una de las más importantes de la historia militar. Para Francia significa abandonar su intento de invadir Gran Bretaña, concentrándose desde hoy en el dominio del continente europeo. Para España marca el fin de su hegemonía naval en el Atlántico, que conllevará la pérdida de casi todas sus colonias en América.

¿LA HISTORIA PUDO SER DIFERENTE?

Analisis Meteorológico: Batalla de Trafalgar en las Guerras Napoleónicas (parte1)


Maniobras entre Cádiz y Trafalgar.

Desde el 20 de agosto, una armada combinada de 33 naves españolas y francesas al mando del almirante Villaneuve se haya fondeada en el puerto fortificado de Cádiz, pero es difícil que pueda salir sin trabar combate con la formidable escuadra de 27 buques británicos al mando del Vicelamirante Nelson, que patrulla mar adentro al acecho.

El 8 de octubre, Villaneuve convoca un Consejo de guerra abordo de su buque insignia, el "Bucentaure", para discutir la última orden dada por Napoleón: que la flota hispanofrancesa zarpe hacia Cartegena para buscar más refuerzos. El almirante español Gravina, no quiere abandonar el puerto gaditano para obligar a que los ingleses mantengan su bloqueo en mar abierto durante las tormentas invernales, que les causarían muchos daños.

El 17 de octubre, los espías españoles en Gibraltar revelan que 4 navíos ingleses habían zarpado al Mediterráneo y que otros 2 estaban amarrados a puerto. Por entonces Nelson había ordenado el bloqueo de Cádiz, atacando a cualquier barco que intense aprovisionar a la armada combinada. Villaneuve comienza a considerar la posibilidad de un ataque.

El 19 de octubre a las 06:00 horas, Villaneuve ordena levar anclas al enterarse de que Napoleón ha ordenado destituirle por desobediencia, y nombra en su lugar al almirante Rosilly. La oficialidad española ve la salida como temeraria, pero el almirante francés se excusa en los informes gibraltareños, que apuntarían a que Nelson tuviese menos barcos.

A las 09:30 horas, el vigía del buque inglés "Mars", de la escuadra de Nelson, comunica a éste mediante banderas: "Enemigo sale de puerto". El Vicealmirante le indica a su oficial de señales que ordene a toda la flota: "Persecución general, sureste".

Nelson establece una línea de barcos para comunicación visual, empleando banderas de día y luces de linternas por la noche. Dos fragatas británicas siguen de cerca a la armada combinada, e informan de sus maniobras al "Defence", que a su vez las transmite al "Mars", y este las comunica al "Víctory", el buque insignia del Vicalmirante.

El día 20, las maniobras de la armada combinada dejan entrever la inexperiencia de los marineros españoles. Los capitanes intentan formar en Línea de Batalla, pero sólo consiguen tres líneas separadas con los barcos distanciados entre sí. Villaneuve dirige su flota hacia el estrecho de Gibraltar.

Al anochecer, hacia las 19:00 horas, el vigía del buque francés "Redutable" ve las luces de señales de las fragatas inglesas que les persiguen, pero en la armada combinada no se dispone de un código similar, recurriéndose a altavoces para comunicar la noticia de un barco a otro, para cuando llega al "Bucentaure" de Villaneuve serán las 20:30 horas.

Villanueve ordena a sus barcos que intenten formar una Línea de Batalla, algo habitual en todas las armadas, pero contra la que Nelson ha desarrollado una táctica recientemente.

Análisis Meteorológico en catástrofes.


La meteorologia es una ciencia a la cual le debemos mucho respeto, podemos ser parte de fenómenos tan comunes como es la precipitación o la brisa de mar y en ocasiones ser testigos de fenómenos que destrozan pueblos enteros, como pueden ser los huracanes o los tornados.

Este dia comenzaremos a dar varias explicaciones de algunas catástrofes que se han vivido a lo largo de la historia, inundaciones, células tormentosas, tornados, trombas, accidentes aéreos, nevadas. etc. y algunas otras; en donde el conocimiento de la Meteorología pudo cambiar la historia.

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