martes, 25 de diciembre de 2012

Cambio climático: fenómenos extremos de 2012


El verano empezó antes que de costumbre y fue extremadamente caluroso y seco. El otoño, mientras tanto, desató el temporal Sandy sobre la zona nororiental estadounidense, donde esos fenómenos son inusuales.
Estados Unidos resultó este año un vivo ejemplo de loscambios climáticos que se están gestando en el planeta. Y lo ocurrido no debería llamar la atención, ya que el año previo también se batieron muchos récords. "Llevamos dos años con eventos intensos", comentó Deke Arndt, director del Centro Nacional de Información Climatológica. "Ojalá el 2013 sea un año aburrido".
En el 2012 muchas de las advertencias que hicieron loscientíficos en torno al calentamiento del planeta se hicieron realidad, sobre todo en Estados Unidos. El derretimiento de los hielos continuó a niveles sin precedentes en el Océano Ártico, varias ciudades se asaron bajo un sol intenso, hubo sequías, inundaciones y un temporal intenso que azotó la ciudad de Nueva York.
Todo lo que pronosticaron los científicos sobre el calentamiento global se hizo realidad en el 2012. "Lo que se dijo fue que habría más de estas cosas", expresó Michael Jarraud, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.
En cinco países hubo récords de calor, pero en ninguno hizo más frío que nunca. El 2012 se encamina a ser el octavo año más caluroso a nivel mundial desde que se lleva la cuenta, a partir de 1880.
El de julio fue el mes más caluroso de que se tiene memoria en Estados Unidos, con un promedio de 22.7°C.
En 69 mil localidades hubo récords de calor y las inundaciones del 2011 dieron paso a una devastadora sequía en el 2012. "El concepto de 'normal' ha cambiado", dijo la directora interina del Servicio Meteorológico Nacional Laura Furgione. "Lo normal ahora es algo extremo", sañaló Arndt.
Partes de África, Rusia, Pakistán, Colombia, Australia y China, por su parte, enfrentaron otros extremos: inundaciones letales y costosas. Pero la novedad climática más alarmante fue el derretimiento que hubo en la cima del mundo, según Jarraud. El derretimiento de los hielos redujo en un 18% la masa del Ártico en relación con su marca previa. Corredores marítimos que normalmente estaban bloqueados por hielos lucían despejados y podían ser atravesados por barcos.
En Groenlandia, el 97% de la superficie helada sufrió derretimientos de distintas magnitudes. Los cambios en el Ártico afectan el clima en el resto del mundo. "El derretimiento del hielo agrava el calentamiento", dijo Jarraud.

Hubo otros extremos climáticos que nadie pronosticó: una ola fría que mató a más de 800 personas en Europa; una inusual ventolera que dejó a millones de personas sin electricidad en Estados Unidos; el derretimiento de los hielos en la Antártida se acercó a niveles récord nuevamente; un tifón mató a cientos de personas en las Filipinas y resultó el temporal de ese tipo más al sur jamás registrado.
Tal vez no todos los fenómenos meteorológicos estén relacionados con el calentamiento global, aunque los científicos dicen que el creciente nivel de los mares ciertamente agravó las inundaciones de Sandy.
Los expertos también coinciden en que la ola de calor de principios de año está relacionada con el calentamiento global. Estos "no fueron asuntos aislados" sino "cambios sistémicos", declaró el científico Stefan Rahmstford del Potsdam Institute de Alemania. "Hay un cambio de clima y lo estamos sintiendo", sostuvo.
El científico de la NASA James Hansen, a veces llamado "el papá de las teorías sobre calentamiento global", dice que las computadoras pronostican que en los próximos años habrá más días calurosos y menos temperaturas bajo cero.
Los científicos venían diciendo desde hace una década que Nueva York podía ser golpeada por un huracán capaz de inundar los subways (trenes subterráneos). Eso fue lo que sucedió con Sandy. Si bien no alcanzó la fuerza de un huracán grande, abarcó un área extensa, de mil 600 kilómetros, en los que llovió intensamente, se fue la luz y cayó incluso nieve. Sandy mató a más de 125 personas en Estados Unidos y al menos 70 en el Caribe.
Por décadas los científicos han estado pronosticando grandes sequías derivadas del calentamiento global. Este año las sequías fueron tan graves que en casi 2 mil 300 condados de Estados Unidos se declararon desastres agrícolas. Casi 3.7 millones de hectáreas fueron destruidas por incendios. Y los bomberos a menudo no dispusieron de agua debido a las sequías.
"Si analizas cada uno de estos eventos sueltos, se puede decir que (el calentamiento global) es todo cuento. Pero tomados en conjunto, confirman exactamente lo que los científicos pronosticaron que sucedería si seguimos haciendo las cosas de siempre y quemando combustibles fósiles, como hemos venido haciendo", expresó el científico de la Universidad Estatal de Pensilvania Michael Mann en un correo electrónico. "Esto debe servir de advertencia. Estos fenómenos sin precedentes van a ser rutina en cuestión de décadas si seguimos haciendo las cosas como hasta ahora".

domingo, 9 de diciembre de 2012

Partículas de aceite



En algunas ciudades, la visibilidad puede encontrarse sensiblemente reducida a causa de la presencia de partículas de aceite en el aire. El origen principal de estas partículas es el escape de los vehículos de motor. En numerosas ciudades, se investiga activamente para encontrar el medio de reducir la contaminación por partículas oleaginosas, procedentes de focos industriales o de vehículos de motor.

Rociones


La altura de las olas del mar crece cuando la velocidad del viento aumenta, y por encima de cierta velocidad se forman rociones en la cresta de las olas que rompen. Si la velocidad aumenta todavía más, se forman estelas de raciones que son arrastradas en el aire.

Cuando el viento excede de viento muy duro (41 a 47 nudos) los rociones comienzan a reducir la visibilidad. Esta disminución crece con la velocidad del viento, y cuando se transforma en huracán (más de 63 nudos) la visibilidad puede estar muy seriamente reducida.

La disminución de la visibilidad por los rociones arrastrados por el viento se puede producir igualmente en las costas cuando el viento procede del mar.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Niebla y neblina




La niebla está generalmente formada por gotitas de agua; pero, en determinadas circunstancias, puede contener cristales de hielo. Se pueden observar "nieblas heladas" en latitudes altas cuando la temperatura es inferior a -20° C, a condición de que el viento sea débil y que la situación sea favorable. En los terrenos elevados, puede considerarse la niebla como una nube al nivel del suelo. Puede ser uno de los tipos de nubes que se forman por ascendencia adiabática.

Sin embargo, en general, la condensación tiene lugar preferentemente por la presencia de una superficie fría subyacente. En este caso, se producen dos tipos distintos de niebla:

A) niebla de radiación, que resulta del enfriamiento del suelo par la radiación nocturna;

B) niebla de advección, provocada por la advección del aire, relativamente cálido, sobre una superficie fría.

Las nieblas de radiación se producen durante una noche despejada. El suelo se enfría por radiación y el aire que está en su contacto se enfría por conducción. Sin embargo, debido a que el aire es mal conductor del calor, el enfriamiento puede limitarse a algunos centímetros de aire sobre el suelo. En estas condiciones puede formarse rocío o escarcha blanca sobre el suelo que está más frío, lo que disminuye el vapor de agua del aire.

No obstante, por poca turbulencia que haya, producirá una mezcla de aire de esta forma, el enfriamiento puede propagarse hasta un espesor mayor. Si la turbulencia es suficiente, pueden formarse stratus.

Con una turbulencia moderada, causada por viento débil, se puede formar niebla. Las condiciones para la formación de niebla son bastante reducidas y a causa de situaciones locales particulares, la niebla se forma más fácilmente en determinados lugares. De una manera general, las condiciones necesarios para la formación de niebla de radiación son: punto de rocío bastante elevado, enfriamiento suficiente durante la noche y ligera turbulencia.

La niebla de advección se forma cuando se desplaza aire hacia regiones oceánicas o terrestres más frías, siendo la temperatura de la superficie inferior al punto de rocío del aire en movimiento. Sobre tierra, el enfriamiento por radiación intensifica los efectos de la advección cuando el aire cálido y húmedo procede del mar. Es lo que podría llamarse niebla de radiación y de advección.

Igualmente la advección es la causa de la formación de nieblas en formo de humaredas en la superficie del mar. No obstante, en este caso el aire frío conducido por advección sobre una superficie de agua más cálida proporciona por evaporación el vapor de agua. El efecto es similar al que se produce en invierno sobre el agua caliente de una bañera.

Esta forma de niebla no implica ningún enfriamiento del aire; por el contrario, experimenta un determinado calentamiento. La niebla resulta de una adición de vapor de agua al aire frío no saturado. Estas nieblas no se producen sino sobre superficies acuáticas en la proximidad de focos de aire frío tales como tierras cubiertas de nieve o bancos de hielo en los mares polares.

Los diversos tipos de nieblas estudiados anteriormente podrían ser considerados como nieblas de masas de aire, ya que resultan del enfriamiento en el interior de una extensa masa de aire más o menos uniforme.

Por el contrario, una niebla frontal resulta de la interacción de dos masas de aire. Puede producirse de dos maneras: una de ellas es consecuencia del descenso de la base de las nubes hasta el suelo, tras el paso de un frente, con más frecuencia sobre las colinas o en montaña que en el llano.

Otro tipo de niebla frontal se origina de la saturación del aire por una lluvia continua. Se puede alcanzar así el punto de rocío sin que el aire de las capas bajas se enfríe. Estas condiciones pueden realizarse en el aire frío antes del paso de un frente cálido. Las nieblas prefrontales asociadas a los frentes cálidos pueden ser muy extensas.

Las nieblas reducen considerablemente la visibilidad y cambian uniformemente todos los colores del espectro de la luz visible. Los procesos físicos que provocan la niebla pueden igualmente producir neblina. En meteorología se considera que se trata de niebla y no de neblina cuando la visibilidad es inferior a 1 km. 

La mayor parte de las nieblas se disipan por turbulencia o por calentamiento. Aunque la turbulencia sea necesaria paro su formación, un aumento de la misma puede disiparlas: el aire más cálido y más seco se mezclo con la niebla y las partículas que la forman se evaporan.

La radiación solar es absorbida por el suelo (y ligeramente por la niebla). El suelo a su vez calienta el aire con el que está en contacto y las partículas que forma la niebla se evaporan.

Sin embargo, es preciso recordar que la superficie superior de la niebla es similar a la de las nubes. Por consiguiente, refleja uno parte de la radiación solar incidente, por lo que reduce la cantidad que llega al suelo. El calentamiento del suelo es entonces bastante inferior a lo que sería con cielo despejado y sin niebla. La niebla tiende, pues, con su sola presencia, a protegerse de su disipación a causa del calentamiento por radiación solar.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Efecto de las precipitaciones




En el caso de precipitaciones, la reducción de la visibilidad puede ser debido, a las gotitas de agua, y a las partículas de hielo. Algunas veces los dos tipos de hidrometeoros se producen simultáneamente.

La visibilidad durante la lluvia depende a la vez de las dimensiones de las gotitas y de su número en un volumen de aire dado. La lluvia débil afecta poco, pero una lluvia moderada reduce, en general, la visibilidad a un valor comprendido entre 3 km y 10 km. Durante fuertes lluvias puede reducirse la visibilidad hasta un valor comprendido entre 50 m y 500 m.

Con llovizna, la visibilidad depende de la intensidad y puede variar desde 200 m hasta menos de 50 m.

La nieve reduce la visibilidad más que la lluvia. En caso de nieve moderada, la visibilidad se reduce habitualmente a menos de 1 km. Con una fuerte nevada, la visibilidad puede variar desde 200 m hasta menos de 50 m.

El viento puede influir en la reducción de la visibilidad levantando la nieve del suelo, sobre todo cuando está seca y en polvo, provocando una ventisca. La reducción de la visibilidad a causa de una ventisca es, pues, más frecuente por la baja temperatura, en las latitudes elevadas.


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