Cuando el aire se estaciona varios días o semanas
sobre una gran región uniforme tiende a adquirir determinadas características
que dependen de las propiedades de la superficie subyacente. Si el aire es más
frío que la superficie, se calienta a su contacto y el calor se transfiere
hacia arriba a través de una capa de varios kilómetros de espesor. Del mismo
modo, el aire que se estaciona sobre el océano se vuelve progresivamente más
húmedo.
Así, tanto la temperatura como la humedad del aire
tienden o ponerse en equilibrio con las de la superficie subyacente hasta un
cierto punto que depende de diversos factores, de los cuales el más importante
es la duración del contacto.
En las próximas publicaciones se examinarán, primeramente, las
condiciones en las cuales un espesor considerable de aire adquiere una
distribución vertical de temperatura y de humedad que es característico de la
superficie subyacente. Después, se verá lo que se produce cuando este aire
encuentra otro aire que ha permanecido cierto tiempo en distinta región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario