La orografía
es la parte de la geografía que trata de las montañas. En este párrafo vamos o
estudiar lo que se produce, cuando el aire húmedo se elevo para franquear una
cadena de montañas o una barrera de colinas.
Cuando el
aire alcanza una cadena de montañas o colinas se ve obligado a elevarse tanto
en las capas bajas como en altitud. El movimiento ascendente afecta a una capa
espesa de la atmósfera y la distribución vertical de la temperatura en ella se
modifica. El aire obligado a elevarse se enfría por expansión adiabática y
pueden formarse nubes.
Las nubes
que se forman por ascendencia orográfica son de diferentes tipos que dependen
de un conjunto de factores, entre los que sobresale la estabilidad del aire en
que se forman.
En el aire
estable y húmedo se forman con frecuencia stratus. Cuando el aire es débilmente
inestable se forman cumulus. Si la atmósfera es inestable en un espeso estrato
se pueden formar cumulonimbus.
No siempre
se forman nubes cuando el viento cruza las montañas o colinas. En muchos casos,
la humedad del aire no es suficiente para la formación de nubes.
Cuando la
nube es del género stratus su base es horizontal y, en general, de pequeño
espesor, formando una capa que recubre las zonas más elevadas del terreno y
frecuentemente con claros sobre las regiones más bajas. El descenso del aire a
sotavento de la montaña provoca su recalentamiento y su rápida disipación.
Las nubes
orográficas se forman continuamente a barlovento y se disipan en la vertiente
contraria. La nube observada en su conjunto aparece como estacionaria pero,
realmente, la masa de aire prosigue su camino hacia la otra vertiente del
obsóculo.
Las nubes
orográficas se forman, a veces, en altitud por encima de las colinas o
montañas. Cuando el aire está casi saturado en el interior de una capa situada
en altura, la ascendencia orográfica de esta capa puede provocar la
condensación por encima del obstáculo y se puede formar una nube persistente.
Vista por
debajo, una de estas nubes es delgada y estrecha por los bordes y ancha y
espesa en el centro, de modo que su forma se parece a la de una lenteja. Es una
nube lenticular.
Los nubes
lenticulares parecen estacionarias como las orográficas que se forman en lo
cima de las montañas. Realmente, las moléculas de agua y de aire se mueven
continuamente o través de la nube. A la entrada, el vapor de agua se condensa
para formar la nube, mientras que, a la salida, las gotitas de agua se
transforman en vapor de agua.
A veces se
forma una serie de ondas estacionarias a sotavento de una cadena de colina. En
ciertas condiciones de estabilidad, el movimiento ascendente provocado por la
barrera orográfica aumenta con la altitud. Después del obstáculo, el aire puede
descender más de lo que había ascendido al principio.
Posteriormente,
el aire sube de nuevo y el proceso se puede repetir cierto número de veces con
una amplitud que decrece con la distancia a la barrera. Las partículas de aire
siguen, por lo tanto, una trayectoria ondulada, por lo que se dice que se han
formado ondas estacionarias.
Los
condiciones más favorables para lo formación de ondas estacionarias tienen
lugar cuando existe uno capa estable entre otras dos inestables, una en
superficie y otra en altura. Las ondas tienen su máximo de amplitud, con mayor
frecuencia en la capa estable.
Si la
humedad del aire y la amplitud de la ondulación son bastante elevadas, la
condensación se produce en el aire ascendente junto a la cresta de las
ondulaciones y la evaporación se produce en el aire que desciende más allá de
la cresta. Se pueden formar también una serie de nubes lenticulares.
Las nubes
lenticulares indican, pues, la existencia de ondas estacionarias a sotavento de
las barreras montañosas. Es importante recordar que el movimiento ondulatorio
puede existir sin que haya nubes, si la humedad del aire es insuficiente. Estas
ondas estacionarias influyen, con frecuencia, sobre el comportamiento de las
aeronaves.