Uno de los
elementos de la circulación general es el frente polar. Las perturbaciones se
forman a lo largo del frente polar, que separa el aire cálido tropical del aire
más frío de las latitudes altas.
Las
depresiones que acompañan las perturbaciones del frente polar están asociadas,
con frecuencia, a extensos movimientos ascendentes que afectan a la atmósfera
en un gran espesor.
Las
interacciones entre las masas de aire cálidas y frías se pueden presentar de
diferentes maneras. En el curso del desarrollo de una perturbación del frente
polar es posible, a menudo, distinguir dos tipos principales de frentes: un
frente cálido y un frente frío. En ambos casos, la superficie frontal está
inclinada, con el aire frío por debajo y el cálido encima.
Cuando el
movimiento de la zona de transición entre las dos mases de aire es tal que el
aire cálido reemplaza al frío, se denomina frente cálido. La pendiente de un
frente es, generalmente, débil y el aire cálido se eleva lentamente por encima
de la masa de aire frío. Durante este movimiento se pueden formar nubes
estratiformes en el aire cálido, si contiene humedad suficiente. Nimbostratus,
altostratus, cirrostratus y cirrus se pueden formar en los diferentes pisos de
la atmósfera.
Cuando el
movimiento de la zona de transición entre las masas de aire se desplaza de
manera que el aire frío reemplaza al aire cálido, es un frente frío. Las
formaciones nubosas asociadas a un frente frío se diferencian, según la
estabilidad y la humedad del aire cálido, así como en función de la pendiente
del frente. En general, la pendiente de un frente frío es mayor que la de un
frente cálido.
Cuando la
pendiente del frente frío es débil, las formaciones nubosas pueden ser análogas
a las de un frente cálido pero los diversos tipos de nubes se presentan en
orden inverso cuando llegan o un lugar dado, es decir que las nubes más bajas
aparecen en primer lugar, seguidas de nubes cada vez más altas, según se aleje
el frente. El tipo de nubes que se forman, depende en la realidad, de la
estabilidad y de la humedad del aire que asciende.
A veces, la
pendiente de un frente frío puede ser relativamente fuerte. En este caso, puede
provocar fenómenos violentos, sobre todo si el aire cálido elevado es ya húmedo
e inestable. Se caracteriza, entonces, por el desarrollo de grandes cumulus y
de cumulunimbus en el aire cálido que pueden producir grandes chubascos, vientos
turbulentos con ráfagas y a veces tormentas.
En general,
la ascendencia del aire cálido se produce en el interior de una zona estrecha
debido a la fuerte pendiente del frente. Las nubes y los diversos fenómenos
asociados a un frente frío de fuerte pendiente están habitualmente limitados a
una región estrecha inmediata a la zona frontal.
Otros tipos
de formaciones nubosas son también posibles en función de las características
de las masas de aire presentes y del estado de desarrollo de las perturbaciones
del frente polar, que se estudiarán más detalladamente en los capítulos
siguientes.
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