La visión de objetos alejados o de luces durante la
noche es perturbada frecuentemente por la presencia en el aire de partículas
sólidas o líquidas que pudieran ser hidrometeoros (niebla, neblina, lluvia,
nieve) o litometeoros (polvo, humos).
La luz emitida por los objetos lejanos es absorbida en
parte por estas partículas, pero la causa principal de que se reduzca la
visibilidad la difusión de esta luz y, por ello, solamente una pequeña fracción
de la misma llega al ojo del observador.
En los siguientes post nos dedicaremos a la visibilidad, a
su definición y a las causas de sus variaciones.
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