Durante los meses de verano, en la costas áridas y subtropicales de los Emiratos Árabes Unidos, la temperatura puede superar los 40 grados centígrados, mientras que el nivel de lluvia es de apenas 100 milímetros al año.
Aun así, con el descubrimiento de abundantes yacimientos de petróleo durante la década de 1950, el paisaje desértico ha sido sustituido por rascacielos, departamentos de lujo, grandes jardines verdes y campos de golf.
Esto ha sido posible gracias a una cantidad inimaginable de agua. Sin duda, el consumo de 550 litros de agua per cápita colocan a sus habitantes como los mayores consumidores del mundo.
“Simplemente se evapora muy, muy rápido”, explica Ivano Iannelli, director ejecutivo del Centro de Excelencia del Carbón de Dubai. “Cuando añades los requerimientos del estilo del vida de la región, las piscinas gigantescas, los sistemas de enfriamiento, el agua para regar cuatro veces al día todos los jardines… tal vez eso ayude a explicar el alto consumo de agua”.
Con escasas fuentes de agua potable, Iannelli dijo que los ricos países de la región gastan millones de dólares al año para purificar el agua marina. Para un país que, de acuerdo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo, tuvo ganancias por 74,000 millones de dólares por exportación de petróleo en 2010, pareciera que nada es muy costoso. Sin embargo, el medio ambiente sí está pagando una factura muy alta.
“La desalinización consume mucha energía… Estimamos que al menos unas cuatro toneladas de carbón son emitidas por cada 3.7 millones de litros de agua que es potabilizada aquí”, dijo sobre el proceso de retirar la sal del agua y las grandes cantidades de energía que se requieren para ello.
Para poner más clara la situación, Iannelli explica que la energía que se necesita para bombear el agua del subsuelo (que de acuerdo con él es la fuente más común de agua) por lo regular produce 1.5 toneladas de CO2 por cada 3.7 millones de litros.
Mientras en otros lugares con escasez de agua, como Texas y Austin, en Estados Unidos, la desalinización masiva de agua no es algo extraordinario, por mucho los Emiratos Árabes Unidos se llevan el primer lugar con al menos 50% de la desalinización mundial.
La planta de desalinización Fujarah en Abu Dhabi tiene una capacidad de generación de 492 millones de litros por día, lo que la hace la más grande a nivel mundial, de acuerdo con Iannelli, que agrega que “opaca cualquier otra que pueda haber en occidente”.
Para el doctor Mohammad Dawoud, de la Agencia de Medio Ambiente de Abu Dhabi, esto generará problemas en el futuro. “Si no conservamos nuestra agua… Me preocupan los recursos que tendrán las generaciones futuras”.
Parado en una de las 30 plantas de energía solar del país, el doctor Dawoud explica a CNN que esperaría que la energía solar ofrezca una alternativa viable para la energía que requiere el proceso de desalinización del país.
“No hay emisiones de carbono mientras se usan las celdas fotovoltaicas para generar electricidad. Entonces podremos usar esa energía para operar las plantas de desalinización”, aseguró.
Pero Iannelli no se muestra muy convencido con esta alternativa. “Por el momento, los páneles solares no se ajustan a nuestro propósito… El polvo y la arena en el ambiente impiden que el sol llegue de manera directa a los páneles de manera eficiente, y las altas temperaturas también afectan su desempeño”, dijo. “Para mi, la energía solar no es la respuesta”.
En vez de ello, Iannelli cree que la solución más práctica es hacer el proceso de desalinización más eficiente en términos de consumo de energía, junto con un esfuerzo de los habitantes de los Emiratos por reducir su “excesivo” consumo de agua.
“Casi no hay regulaciones que tengan que ver con el consumo de energía o estándares para el uso del agua… Así como pocas regulaciones sobre los requerimientos energéticos de los edificios”, se lamentó. “Lo que sea que hagamos, de ahora en adelante tendrá que considerar costos efectivos y un bajo impacto ambiental”.
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